Tengo 33 años, no he vivido ni el franquismo ni la transición, pero si he crecido con los atentados de ETA, los GAL y los interminables actos de corrupción y saqueo que estamos sufriendo hasta el día de hoy en las diferentes instituciones del estado.
Pero aún y con estas lacras creo en España, no en sus gestores, si no en sus instituciones en su organización como su país y sobretodo en la ciudadanía.
Creo que este país merece la pena, que no somos ni mucho menos como las gentes que nos representan. Somos un País que ha aprendido de las personas que sufrieron la guerra y también la posguerra, porque lo que no mató las armas lo hizo el hambre.
Creo en esta generación, la mía, porque aparte de ser la más preparada en términos de formación, somos la que no tenemos tapujos ni complejos, la que tenemos las manos limpias de ideologías impuestas.
Creo en la capacidad de transformación y crecimiento que puede lograrse estando dentro de un marco como la UE, y una moneda compartida entre más de 334M de personas.
Creo en la solidaridad, en la libertad y en la concordia, en la unión de los pueblos y en el reconocimiento de la pluralidad, singularidad e idiosincrasia de las culturas.
Creo en la riqueza de las lenguas, y a la vez en el esfuerzo de entenderse.
Creo en la igualdad de oportunidades, en la meritocracia y en las segunda y hasta terceras oportunidades.
Creo y quiero que mis hijos vivan mejor de lo que lo he hecho yo.
Por todo ello y por seguro mucho más que ahora no se me pasa por la cabeza, creo que llega nuestro tiempo ese tiempo nuevo que tanto nos hablan, pero ese tiempo no lo van a traer gente vieja obsoleta y con ideas antiguas. Porque la política debe ser una continua corriente de innovación los problemas nuevos no se arreglan con soluciones viejas y clásicas sino con nuevos recursos, ideas y ante todo entre todos, ya lo dijo JFK “no te preguntes que puede hacer tu país por ti, si no que puedes hacer tú por tú país”.
La política es la llave de nuestro porvenir y por eso no debemos dejarlo en manos de los que nos dicen que tienen la solución, la política debe empezar por uno mismo por su implicación en cada tema que incumbe a nuestro entorno, controlando, aportando, incluso manifestando el punto de vista propio, no cada cuatro años, cada día.
Por eso digo que ahora nos toca, agradecemos todo lo conseguido, criticamos todo lo fracasado y cogemos la batuta, o por las buenas o por las urnas.
Es hora de emanciparnos, de evolucionar y de seguir creciendo.

Jesús López Romero